Ejemplo del grande poder de fray Junípero contra el demonio
No podían sufrir los demonios la pureza, inocencia y humildad profunda de fray Junípero, como se ve por el siguiente caso:
En cierta ocasión un endemoniado se echó fuera del camino, con mucha agitación y contra su costumbre, y huyó repentina y velozmente, recorriendo en diferentes direcciones siete millas. Siguiéronle sus parientes con mucho sentimiento, y cuando le alcanzaron le preguntaron por qué había huido con tanto furor.
-- Venía -contestó- por aquel camino el necio de Junípero, y no puedo sufrir su presencia ni esperarlo; por eso huí a este lugar.
Al comprobar la verdad, supieron que fray Junípero había pasado en aquella hora que decía el demonio.
Por eso San Francisco, cuando le traían endemoniados para que los sanase, y el demonio no salía pronto, le decía:
-- Si no dejas luego a esta criatura, llamaré contra ti a fray Junípero.
Y el demonio, con temor de la presencia de éste y sin poder sufrir la virtud y humildad de San Francisco, partía inmediatamente.
En alabanza de Jesucristo y del pobrecillo Francisco. Amén.
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